viernes, 25 de enero de 2008

Cogito ergo...

voy en tranvía. Me ha hecho gracia esta foto que me ha pasado David. Si Descartes levantara la cabeza... Al fin y al cabo, las mercancías viajan en aquellos modos de transporte en los que nosotros, los humanos, les ordenamos.

¿Pero y las personas? Un poco complejas sí que somos. O a lo mejor demasiado simples: coche, coche y... más coche. Lo de compartirlo...¡qué rollo! Y utilizar el transporte público, qué queréis que os diga... donde yo vivo muy bien no está, que digamos, la cosa.

Allá por 2005 administración y prensa se hartaron de publicar titulares sobre la llegada del tranvía al Alto Deba. Hoy es el día que el tema está olvidado. A lo mejor es que su primo el de zumosol le hace demasiada sombra.

Ahora que el Gobierno Vasco está en plena campaña de comunicación sobre los beneficios de la Y Vasca... ¿se les ocurrirá sacar camisetas? Divertido, desde luego, sería. Otro tema sería ver quién se las ponía por estos lares.

Volviendo al tema: lo del tranvía suena bonito, ágil, ecológico y eficaz. A mi me gusta. Pero me temo que toca esperar sentados. Y un buen rato.

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